sábado, 2 de abril de 2011

Decálogo erróneo

Aquello que no debimos aprender de niños...

1. Debo sonreír aunque quiera llorar (o gritar, o refunfuñar, o maldecir)
2. Debo esconder mis verdaderas motivaciones, sentimientos y emociones.
3. El placer es pecaminoso.
4. Debo reprimir mis impulsos espontáneos (todo ha de sopesarse y razonarse)
5. Debo amar a quien me castigue (siempre, siempre, es por mi bien)
6. Mi cuerpo no sabe nada. Nunca deberé escucharlo. Mucho menos tocarlo.
7. Hay que decir siempre la verdad...que los demás quieran escuchar.
8. El ocio es el padre, el abuelo y el tío de todos los vicios. Para evitar el parentezco hay que ocuparse y preocuparse sin cesar.
9. La imaginación es el taller del demonio. (No leer demasiado, ni soñar despierto)
10. Yo no soy de fiar. En caso de olvido, hacerle caso a cualquiera menos a mí mismo.

Si todo esto fallase y yo me perdiera irremediablemente en una existencia libre y felíz, llamar a la triple A (adecuación, adaptación, asentimiento) y ellos remolcarán mi irreverencia hacia la senda recta y multitransitada del deber ser.

Victoria Branca

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